China denunció que el reciente informe de la ONU que alude a supuestas violaciones a los derechos humanos en la región de Xinjiang es una «herramienta política» contra su Gobierno.
La ONU publicó el miércoles un esperado informe sobre abusos de derechos humanos en la región china de Xinjiang en el que advirtió de posibles «crímenes contra la humanidad» hacia la minoría musulmana uigur que incluían sospechas «creíbles» de torturas.
En ese sentido, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, instó este jueves a China a «seguir las recomendaciones» de ese informe, señaló a través de su vocero, Stéphane Dujarric. Ese informe de Bachelet «confirma lo que el secretario general ha estado diciendo sobre Xinjiang durante bastante tiempo, que los derechos humanos deben ser respetados y que la comunidad uigur debe ser respetada», agregó el vocero, durante una rueda de prensa.
Dujarric agregó que Guterres estaba «preocupado» por lo que había leído en el informe, que citaba posibles crímenes de lesa humanidad. «El secretario general tiene muchas esperanzas de que el gobierno de China siga las recomendaciones presentadas en la evaluación de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos», agregó Dujarric.
En la misma línea se manifestó el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, quien dijo que Estados Unidos «acoge con beneplácito» el «importante» informe de la ONU que reafirma su «grave preocupación por el genocidio y los crímenes de lesa humanidad» que las autoridades chinas «están cometiendo contra los uigures».
«Seguiremos reclamando» a China «que libere a las personas injustamente detenidas, rinda cuentas por los desaparecidos y permita a los investigadores independientes el acceso completo y sin obstáculos a Xinjiang, el Tíbet» y a todo el país, agregó, en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
La postura de China
Por parte, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, durante una rueda de prensa habitual aseguró que «el supuesto informe crítico que usted mencionó está planeado y fabricado de primera mano por Estados Unidos y algunas fuerzas occidentales, es totalmente ilegal e inválido«.
China ha sido acusada por años de detener a más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas en la remota región occidental de Xinjiang
El informe es «una mezcla de desinformación» y «una herramienta política de la estrategia de Occidente de utilizar Xinjiang para controlar a China», añadió el vocero, citado por la agencia de noticias AFP.
Wang también afirmó que la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (Acnudh, conducida hasta el miércoles por la chilena Michelle Bachelet) se había convertido en «esbirro y cómplice» de Estados Unidos y Occidente «contra la gran mayoría de los países en desarrollo».
«La Acnudh creó el informe de la nada, basándose en la conspiración política de algunas fuerzas antichinas en el extranjero», insistió.
China ha sido acusada por años de detener a más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas en la remota región occidental de Xinjiang.
Beijing ha refutado con vehemencia estas acusaciones e insiste en que se trata de centros de entrenamiento vocacional destinados a contrarrestar el extremismo.
Bachelet difundió el miércoles en su último día como alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos el esperado informe, una semana después de que reconociera presiones de Beijing para evitar la publicación de dicho documento.
Beijing ha refutado estas acusaciones e insiste en que se trata de centros de entrenamiento vocacional destinados a contrarrestar el extremismo
En sus 48 páginas, el informe elaborado durante tres años– subraya las «creíbles» pruebas de violaciones de DDHH que China habría llevado a cabo en la región del noroeste del país contra la minoría de confesión musulmana.
«El alcance de la detención arbitraria y discriminatoria de uigures y miembros de otros grupos mayoritariamente musulmanes puede ser constitutivo de crímenes internacionales, en particular crímenes contra la humanidad», afirma el informe en sus conclusiones.
El documento agregó que se habrían cometido «graves violaciones de los derechos humanos» en el contexto de la aplicación de estrategias antiterroristas y contra el «extremismo» aprobadas por el gobierno chino en 2014.
«La aplicación de estas estrategias y de las políticas asociadas en la región administrativa especial de Xinjiang ha dado lugar a restricciones severas e indebidas a una amplia gama de derechos humanos», sostuvo el documento compartido por la expresidenta chilena, según la agencia Europa Press.