«El mundo no soporta más sufrimiento ni debe tolerar más muertos; la paz es urgente», planteó Cafiero al exponer la postura argentina en el marco de una reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que se desarrollaba este lunes en la ciudad de Ginebra.
En ese marco, planteó que «el diálogo debe comenzar ya» y, tras sostener que «las guerras preventivas son condenables porque no son lícitas», remarcó que, «para discutir está la diplomacia».
«La Argentina reitera a la Federación de Rusia que cese inmediatamente en el uso de la fuerza y condena la invasión a Ucrania así como las operaciones militares en su territorio», expresó Cafiero al representar a la Argentina en la 49° sesión del organismo de Naciones Unidas con sede en Ginebra, que coincidió con el inicio de un diálogo de representantes ucranianos y rusos en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania.
«En medio de la angustia por el conflicto en el corazón de Europa, quería comenzar transmitiendo este mensaje del pueblo argentino, que por sufrimiento propio abraza el más absoluto de los derechos humanos: el derecho a la vida», indicó en el comienzo de su discurso.
En otro tramo del mensaje, el canciller repudió la irrupción en territorio ucraniano de las tropas enviadas por el Kremlin al insistir con que «no es legítimo recurrir al uso de la fuerza y violar la integridad territorial de otro Estado como forma de resolver un conflicto».
Cafiero leyó un documento de más de treinta párrafos desde el hemiciclo del Consejo para transmitir la posición de la Argentina frente a la guerra en Ucrania; en paralelo repasó la tradición del país en materia de DDHH y su opción por el multilateralismo como principio rector de las relaciones internacionales.
«El multilateralismo es para la Argentina su ámbito natural de ejercicio diplomático. Reiteramos nuestro compromiso con la negociación y el diálogo como forma de convivencia internacional, y estamos convencidos de que las herramientas multilaterales crecerán en prestigio cuanto más eficaces sean para resolver los desafíos y las crisis de la Humanidad», subrayó.
También, sostuvo que el Estado argentino hacía suyas las palabras del Papa Francisco sobre el conflicto, en el sentido de «salvar al mundo de la locura y los horrores de la guerra».
En otro párrafo de su discurso, se refirió a algunos de los puntos de la controversia entre Rusia y la OTAN al destacar que «la comunidad internacional no tiene derecho a condenar la preocupación de ningún Estado sobre su seguridad» como tampoco «eventuales denuncias por el supuesto incumplimiento de acuerdos preexistentes».
Además, recordó que la Argentina tiene una porción de su territorio usurpado por el Reino Unido, en referencia a las islas Malvinas y el espacio marítimo circundante, y entonces planteó que desde la recuperación de la democracia el país «construyó una política de Estado basada en el reclamo del diálogo en el marco de las resoluciones de la Naciones Unidas».
Tras la referencia a la usurpación británica en Malvinas, afirmó que «la Argentina no sólo adhirió y adhiere con entusiasmo al principio de integridad territorial» dado que, «como país de América Latina y el Caribe, sabe lo que es la mutilación de territorios y la intervención en los asuntos internos de otros países».
La mención al principio de la integridad territorial fue otra de las claves en las declaraciones oficiales sobre la guerra en Ucrania, un planteo que fue esgrimido desde la Cancillería -por ejemplo, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona-, como también por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien ayer emitió un hilo de tuits con ese argumento.
En su discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Cafiero remarcó que se vive en un «mundo de incertidumbres» por el regreso de la guerra abierta entre naciones y destacó como contraste que «Sudamérica se caracteriza por un enorme capital», ya que es -definió- una «zona de paz, de paz duradera».
Luego destacó la presencia argentina en los foros internacionales y recordó que el país ejerce la titularidad del Consejo de DDHH de la ONU, a través del diplomático Federico Villegas, quien este lunes justamente presidió la sesión, y que además encabeza la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) con el presidente Alberto Fernández a cargo de la presidencia pro-témpore del bloque.
En materia de derechos humanos, el ministro habló de la historia argentina y se detuvo en la «última experiencia del terrorismo de Estado», con «grupos de tareas de la Marina» que «torturaban a los prisioneros antes de arrojarlos vivos desde aviones militares», para concluir que la Argentina «aprendió a ser humanista con sangre».
«Estamos enormemente satisfechos de haber alcanzado una democracia sin duda perfectible, pero estable. En mi país tenemos memoria. Ahí está, para recordarnos el pasado negro de la dictadura, el edificio de la Escuela de Mecánica de la Armada. Queremos que ese sitio sea patrimonio cultural de la Humanidad», afirmó.
Además, Cafiero manifestó que la Argentina «apoya el trabajo» de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, la exmandataria chilena Michelle Bachelet, con quien el presidente Alberto Fernández y el canciller intercambiaron impresiones en la tarde del domingo.
Este lunes, Bachelet estuvo presente en la sesión del Consejo de DDHH, que fue presidida por el diplomático argentino Villegas, quien, al presentar a Cafiero, dijo que era «un inmenso orgullo» darle la palabra al representante de su país.