La presidenta del Parlamento Europeo (PE), Roberta Metsola, anunció este lunes una «investigación interna» y la suspensión de negociaciones de exención de visados con Qatar en medio de un escándalo mayúsculo por el presunto pago de sobornos a integrantes del Legislativo de la Unión Europea (UE) por parte de ese país árabe.
«Que nadie se confunda, el Parlamento Europeo está bajo ataque, la democracia europea está bajo ataque«, dijo Metsola en una sesión plenaria del PE en su sede de Estrasburgo, Francia, y sus primeros comentarios públicos sobre el escándalo, que estalló el viernes pasado, hace tres días.
«Lanzaremos una investigación interna que analice todos los hechos», agregó en la apertura de la sesión plenaria mensual que reúne a todos los eurodiputados, informó la agencia de noticias AFP.
Este fin de semana, la eurodiputada socialdemócrata griega Eva Kaili, quien es una de las vicepresidentas del Parlamento Europeo, y otras tres personas fueron detenidas e imputadas en un espectacular escándalo por sobornos aparentemente pagados por Qatar para tener influencia en el Legislativo del bloque comunitario.
El domicilio de Kaili en Bruselas fue registrado por la Justicia el viernes por la noche, y el de otro eurodiputado socialista, el belga Marc Tarabella, el sábado por la noche.
Visiblemente abatida, Metsola precisó ante la plenaria que había acompañado personalmente una de los allanamientos domiciliarios realizados en Bruselas, y ante la magnitud del escándalo anunció que puso en freno a un acuerdo con Qatar para la exención de visados.
«Tenía previsto anunciar la apertura del mandato de negociación para la exención de visado con Qatar y Kuwait. A la luz de las investigaciones, este informe debe ser devuelto a comisión», declaró la política nacida en la isla mediterránea de Malta.
Kaili, una expresentadora de televisión de 44 años, y otras tres personas fueron imputadas y encarceladas en Bruselas ayer de manera preventiva, dos días después de ser arrestadas como parte de una investigación sobre pagos supuestamente realizados por Qatar para influir en la política europea.
«Estas acusaciones son extremadamente preocupantes. Es una cuestión de confianza en las personas que están en el corazón de nuestras instituciones, y esa confianza presupone altos niveles de independencia e integridad», declaró la titular de la Comisión Europea, el Ejecutivo de la UE, Ursula von der Leyen.
El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, quien fue presidente del Parlamento Europeo, también manifestó que las acusaciones eran «muy preocupantes» y «muy graves».
Una fuente judicial belga dijo a AFP que Kaili no pudo beneficiarse de su inmunidad parlamentaria porque fue arrestada en flagrancia, y añadió que en su apartamento se encontraron bolsas llenas de dinero en efectivo.
En Bruselas, el dirigente sindical italiana Luca Visentini, que debía prestar declaración en el caso, informó este lunes que había sido puesto en libertad el domingo sin cargos en su contra.
En medio del escándalo, el Gobierno de Qatar negó todo tipo de relación con el caso. «Cualquier acusación de mala conducta por parte del Estado de Qatar es una desinformación grave», dijo el sábado un funcionario del Gobierno qatarí.
En cambio, el PE quedó conmocionado por el escándalo. «Tendremos que fortalecer urgentemente nuestra institución para luchar contra el veneno de la corrupción», afirmó la eurodiputada francesa Aurore Lalucq, integrante del bloque de los socialdemócratas que el fin de semana suspendió a Kaili.
La agenda del Parlamento para esta semana incluye una discusión sobre «la defensa de las democracias frente a la injerencia extranjera», que a la luz de este escándalo cambió de significado y promete ser una jornada agitada.
En Bruselas, la ministra de Relaciones Exteriores alemana, Annalena Baerbock, dijo que lo ocurrido en el PE «es un incidente increíble». Ahora, añadió, todo el episodio «debe ser esclarecido de manera inequívoca y con todo el rigor de la ley».
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Irlanda, Simon Coveney, defendió el inicio de una «investigación completa y transparente», para conocer «lo que ha pasado».
El sábado, Metsola despojó a Kaili de las funciones que le había delegado, entre ellas la de representarla en la región de Medio Oriente, aunque no de su banca de eurodiputada.
Eurodiputados de izquierda, entre ellos el ecologista Philippe Lamberts en nombre del grupo de los Verdes en el PE, pidieron la renuncia de Kaili, excluida el viernes del partido socialista griego Pasok-Kinal.
Este lunes, la Autoridad de Lucha contra el Blanqueo de Capitales de Grecia congeló «las cuentas bancarias, las cajas de seguridad, las empresas y cualquier otro activo financiero» de la eurodiputada y sus familiares, explicó el presidente de la autoridad, Haralambos Vourliotis.
También tiene en la mira a una empresa inmobiliaria de reciente creación en el lujoso barrio ateniense de Kolonaki, presuntamente creada por Kaili y su socio italiano, también encarcelado en Bélgica, agregó el representante.
El último gran escándalo del Parlamento Europeo fue en 2011, cuando periodistas británicos se hicieron pasar por lobbistas e hicieron que tres eurodiputados acepten fuertes sumas de dinero para presentar enmiendas legislativas que beneficien al sector bancario.
Todos resultaron procesados y condenados a penas de cárcel por tribunales de sus respectivos países.