El principal sospechoso de la desaparición de Luján Nieva, la menor desaparecida en Tucumán, llegó golpeado a la primera audiencia judicial de imputación y se supo que los presos lo atacaron en la cárcel.
En la jornada del jueves Walter Mateo Córdoba, tío de la víctima, se sentó frente al juez Mario Reinaldo Velázquez en el Centro Judicial de Monteros y quedó imputado por el delito de homicidio simple tras el hallazgo de restos óseos calcinados en su casa. Allí las autoridades observaron que presentaba golpes en su cara.
De este modo, medios locales informaron que el acusado fue agredido dentro de prisión por los reclusos con los que comparte celda.
En la audiencia también participó Ana, la mamá de la niña desaparecida el domingo 25 de agosto cuando salió a comprar y nunca regresó. En un momento de la jornada se levantó y se enojó con el acusado: «¿Por qué lo hiciste, Mateo? ¡Era de tu familia!». Luego tuvo que ser asistida por una crisis nerviosa.
«Fue bastante crudo y el modo en que actuó esta persona. Todos quedamos conmocionados, no me esperaba la crudeza y frialdad con la que actuó esta persona, si se la puede llamar así. Actuó de un modo inhumano», señaló Sergio Pérez, abogado de la familia a un medio tucumano.
De acuerdo a la hipótesis que maneja la fiscalía, el acusado aprovechó de la confianza que había con Luján y la llevó hasta su casa, donde la asesinó.
Se cree que la agredió con un ladrillo, luego desmembró el cuerpo e intentó incinerarlo, pero al no lograrlo ocultó algunas partes en distintos lugares de su domicilio, los cuales fueron hallados por la policía forense durante un allanamiento.
Ante lo presentado durante la primera audiencia, el juez dictaminó cuatro meses de prisión preventiva en el penal de Villa Urquiza.