La sesión en la Cámara de Diputados para ratificar o no los cambios efectuados a la Ley Bases y la iniciativa de Medidas Fiscales del Gobierno tiene fecha: jueves 27 de junio.
Hasta el martes 25, cuando se firmarán los dictámenes, los distintos bloques tendrán tiempo para analizar qué hacer con los distintos aspectos de ambas leyes que quedaron abiertos después de las modificaciones que aplicó el Senado.
También en esa cuenta regresiva se llevarán adelante febriles negociaciones con el Poder Ejecutivo. Hasta la reunión del jueves por la tarde con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, los bloques de la oposición dialoguista en Diputados tanteaban a ciegas en la oscuridad de la discusión porque no sabían exactamente cuáles eran las pretensiones reales del Gobierno sobre temas como impuesto a las Ganancias, Bienes Personales, privatizaciones y moratoria previsional.
Los líderes de estos espacios, como Rodrigo de Loredo, Cristian Ritondo y Miguel Pichetto salieron del despacho de la presidencia de la Cámara baja con mayores certezas, ya que Francos les había transmitido cuáles eran las prioridades del Gobierno.
Habiendo cargado esa información en su GPS, ya pueden empezar a navegar en la negociación sobre aguas más limpias. Concretamente, el Gobierno les pidió que rescaten la reposición de la cuarta categoría de Ganancias y el sendero de rebaja progresiva de Bienes Personales, tal como había quedado en la media sanción de Diputados.
Esa es la prioridad número uno. Se podrán restituir esos artículos con apenas los votos de la mitad más uno de los presentes, ya que el Senado las rechazó con esa misma mayoría simple.
En segundo lugar, Francos les pidió a los dialoguistas que hagan esfuerzos para reponer todos aquellos aspectos de la media sanción original que tengan la fuerza para hacerlo.
El foco del Gobierno está puesto especialmente en volver a incluir a Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y -quizás- los medios públicos de Radio Televisión Argentina dentro del listado de empresas públicas declaradas privatizables.
La eliminación de la moratoria previsional, que estaba en la media sanción aprobada por Diputados, fue revertida en el Senado. En este punto, el Gobierno prefiere no gastar cartuchos y no interferir en la discusión que inevitablemente se darán los diputados nacionales, para no generar un desgaste adicional.
Suficiente desgaste ya tendrá el oficialismo cuando intente resucitar las reformas del paquete fiscal. Además, la moratoria jubilatoria vencerá el 23 de marzo del 2025, por lo que no tendría demasiada utilidad inmolarse por algo que efectivamente tiene un costo fiscal este año, pero acotado en plazo.
Con el tema privatizaciones hay una discusión reglamentaria, y dos bibliotecas que chocan en la interpretación. Hay quienes dicen que como los recortes en la lista de privatizables ya estaba acordado cuando el texto se aprobó en general en el recinto del Senado (a diferencia de Ganancias y Bienes Personales que cayeron del articulado en la votación en particular), ya no tienen posibilidad de ser revertidos. De esa forma, Aerolíneas, el Correo y los medios públicos quedarían a salvo de cualquier intento de privatización.
Pero en el Gobierno, el oficialismo y algunos bloques cercanos como el PRO y la UCR (a excepción de sus alas díscolas) sostienen que esto no es así y que si Diputados consigue una mayoría más grande que la que consiguió el Senado para tumbar esos artículos, se impondrá la ley del más fuerte y vencerá el texto aprobado por la cámara iniciadora.
Como el capítulo de privatizaciones se votó en particular en el Senado sin una mayoría especial, entonces con mayoría simple Diputados podrá hacer valer su redacción, dicen quienes abonan esta interpretación reglamentaria.