Europa se enfrenta cada vez más a episodios de calor tan intensos que el cuerpo humano no puede soportarlos, a medida que el cambio climático sigue elevando las temperaturas, afirmaron este lunes el servicio de vigilancia climática de la UE, Copernicus, y la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En un informe sobre el clima en Europa, Copernicus y la OMM señalan las condiciones extremas del año pasado, incluida una ola de calor en julio que llevó al 41% del sur de Europa a un estrés térmico fuerte, muy fuerte o extremo, la mayor superficie de Europa bajo tales condiciones en cualquier día registrado.
El calor extremo supone un riesgo especial para la salud de los trabajadores al aire libre, los ancianos y las personas con enfermedades cardiovasculares o diabetes.
En algunas zonas de Italia se registraron un 7% más de muertes de lo normal el pasado mes de julio, entre ellas la de un hombre de 44 años que pintaba marcas viales en la ciudad septentrional de Lodi cuando se desplomó y murió.
El estrés térmico mide el impacto del ambiente en el cuerpo humano, combinando factores como la temperatura, la humedad y la respuesta del organismo para establecer una «sensación» de temperatura.
En 2023, algunas zonas de España, Francia, Italia y Grecia sufrieron hasta diez días de estrés térmico extremo, definido como una «sensación» de temperatura superior a 46 grados centígrados, momento en el que deben tomarse medidas inmediatas para evitar un golpe de calor y otros problemas de salud.
Según el informe, las muertes por calor aumentaron un 30% en Europa en los últimos 20 años.
La Agencia Europea de Medio Ambiente instó el mes pasado a los gobiernos a preparar los sistemas sanitarios para el cambio climático y pidió normas comunitarias para proteger del calor extremo a los trabajadores al aire libre.
El año pasado fue el más caluroso del mundo desde que hay registros.
Y Europa es el continente que más rápido se calienta, según el informe del que se hizo eco la agencia de noticias Reuters.
Agrega que las emisiones de gases de efecto invernadero fueron la principal causa del calor excepcional del año pasado pero también influyeron factores como el fenómeno meteorológico de El Niño.
El calor favoreció las condiciones meteorológicas extremas, incluidas las inundaciones, ya que la atmósfera más cálida puede retener más humedad, provocando aguaceros más intensos cuando se libera.
El año pasado las inundaciones en Eslovenia afectaron a 1,5 millones de personas. Grecia sufrió el mayor incendio forestal registrado en la UE, que con 960 km2 duplicó el tamaño de Atenas. Los glaciares alpinos perdieron el 10% de su volumen restante durante 2022 y 2023.
«Algunos de los fenómenos de 2023 cogieron por sorpresa a la comunidad científica por su intensidad, su rapidez de aparición, su alcance y su duración», declaró Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus.
Por Kate Abnett, de la agencia de noticias Reuters