Los jueces Walter Venditti, Matías Alejandro Mancini y Esteban Rodríguez Eggers resolvieron esta tarde por unanimidad condenar a Patti a prisión perpetua con inhabilitación absoluta para ejercer cargos públicos por los delitos de lesa humanidad perpetrados contra Muniz Barreto y Fernández.
Asimismo se ordenó a la Policía Bonaerense remitir el legajo completo del excomisario y se informó que los fundamentos de la sentencia se darán a conocer el próximo 25 de octubre.
Previamente, el Tribunal -conectado de manera remota con el resto de los participantes de la audiencia- escuchó las últimas palabras de Patti, quien utilizó ese beneficio para desligarse del hecho por el que fue condenado.
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«Sobre el hecho que se investiga nunca he tenido nada que ver», dijo ante el tribunal el excomisario -actualmente con prisión domiciliaria por condenas previas en otras causas de lesa humanidad- y ensayó expresiones de empatía con las víctimas.
Patti expresó además que «el poder del Estado es omnipotente», que «los que lo sufrieron no tuvieron forma de defenderse» y que «lamenta muchísimo todo lo que ha pasado».
«Respecto a la hija del señor Muniz Barreto, tiene el mayor de mis respetos. Ojalá que algún día pueda conversar y recibirla en mi casa junto con mi familia y contestar cualquier pregunta que ella necesite», sostuvo Patti hacia el final de su breve exposición de últimas palabras.
Muniz Barreto, diputado del Grupo de los Ocho que en 1974 cuestionaron al general Juan Domingo Perón, fue secuestrado junto a Fernández el 16 de febrero de 1977 y privado de su libertad en una comisaría de Escobar, para luego ser trasladados al centro clandestino de detención que funcionó en Campo de Mayo.
Tras dos semanas de cautiverio, el 6 de marzo fueron llevados hasta la provincia de Entre Ríos y arrojados dentro de un auto al río Paraná con la intención de fraguar un accidente.
En ese lugar murió Muniz Barreto pero Fernández logró salir del vehículo y escapar.
Patti ya fue condenado en 2011 por el secuestro y los tormentos que sufrieron Muniz Barreto y Fernández en Escobar, pero no fue juzgado por homicidio ya que había sido sobreseído por ese delito durante la instrucción de la causa.
Durante la dictadura, Patti fue jefe de la Comisaría de Escobar de la Policía Bonaerense, desde donde comandaba grupos operativos de la Unidad Regional de Tigre.
En democracia, se desempeñó en varias dependencias policiales y, tras su retiro de la fuerza, se volcó a la política.
También fue intendente de ese partido del norte del conurbano bonaerense entre 1995 y 2003 y luego fue electo diputado nacional en 2005, aunque su asunción fue impugnada por la gran mayoría de la Cámara por las denuncias sobre su accionar durante la dictadura.
En 2008, la justicia federal pidió su desafuero y luego quedó detenido por crímenes de lesa humanidad.
Desde ese momento fue condenado en tres juicios por graves violaciones a los derechos humanos durante el terrorismo de Estado y en todos recibió la pena de prisión perpetua.
En este tramo de la causa se juzgaron los delitos por los que no había llegado a ser imputado en la instrucción de la causa en 2011.