El ministro dijo que esto «además nos permite para los próximos meses trabajar en la posibilidad de adelantar el ritmo de importaciones, la gran mayoría de estas autorizaciones se trabajaban a 180 días y con los yuanes se trabajan a 90 días, y de programar un volumen de importaciones en yuanes por más de US$1.000 millones a partir del mes que viene, que reemplazan el uso de dólares de la Argentina».
Aseguró que «esto mejora la perspectiva de reservas de la Argentina en términos de reservas netas» y «nos da mayor libertad».
«Nos agrega capacidad de funcionamiento desde el Banco Central, en estos días donde tuvimos que tomar la decisión de intervenir frente a aquellos que pensando que no teníamos capacidad económica como estado, especularon y sobreespecularon», afirmó.
Asimismo, sostuvo que «de alguna manera también nos permite mantener el nivel de actividad, el volumen de importaciones, el ritmo de comercio entre Argentina y China, y los niveles de funcionamiento económico que la Argentina necesita».
«Esta liberación de obligaciones de pago del Banco Central, no solamente de un stock sino del flujo, es mayor fortaleza para las reservas, mayor capacidad de intervención del Estado, mayor libertad de nuestra economía y por sobre todas las cosas es la garantía de seguir produciendo con bienes intermedios que se importan de China y que además ya no sufren el proceso de triangulación que en algunos casos habíamos detectado», concluyó.