El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, brindo su primer informe ante la Cámara de Diputados en un clima de fuerte confrontación con los legisladores de Juntos por el Cambio que se sintieron tocados por sus palabras y que lo interrumpieron a los gritos en reiteradas oportunidades.
Durante su presentación, Rossi destacó que hoy la Argentina tiene «mayores niveles de ocupación en las provincias del interior que en el centro del país» y «este es un dato histórico definitivamente positivo».
Y advirtió que el país hoy «convive cuatro crisis que son la pandemia, la guerra, la sequía y el endeudamiento con el Fondo Monetario».
También criticó las intenciones privatizadores del macrismo que alienta una vez más la venta a empresas privadas de Aerolíneas Argentinas y cargó contra el macrismo al que criticó por no condenar como era debido el intento de asesinato de Cristina Kirchner.
Ante la airada respuesta de los diputados del macrismo Rossi les recordó que siguen esperando la condena de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, que jamás se pronunció en contra de lo que sucedió el 1° de septiembre pasado a las puertas de la casa de la Vicepresidenta.
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«Lamentablemente el año pasado volvió la violencia política con el intento de magnicidio contra la vicepresidenta» dijo y señaló que este hecho «hubiese merecido una respuesta más contundente de la dirigencia política».
Rossi puntualizó que el intento de magnicidio estuvo antecedido por «discursos del odio que ya existían en la Argentina» y señaló que la primera vez que se dieron ese tipo de mensajes fue «con el conflicto agropecuario, fue la primera vez que vi un cartel que decía yegua». Ante esto, una vez más, en la bancada del macrismo estallaron en gritos que impidieron durante varios minutos a Rossi poder seguir adelante con su presentación.
Para Rossi, ese intento de magnicidio «no es producto de la causalidad». «Si uno de queda con eso, se equivoca porque, para que haya existido alguien que haya puesto un revólver en la cabeza de la Vicepresidenta, existió una campaña antes de discurso del odio», afirmó y, luego, sostuvo que «los discursos del odio reconocen previamente una acción sistemática del sistema de medios de comunicación deslegitimando, estigmatizando determinados espacios y dirigentes».
Cuestionó, en ese sentido, el título de un matutino porteño que, tras el intento de magnicidio, publicó «La bala que no salió y el fallo que sí saldrá», a la vez que cuestionó la existencia de «un partido judicial que usa el ‘lawfare’ como estrategia política».
Por otra parte, el funcionario defendió la política de derechos humanos del gobierno nacional y apuntó contra los que dicen que los derechos humanos son un «curro», en referencia a los dichos recientes de Mauricio Macri.
«En todo caso el curro es de los que no se animan a condenar el golpe de Estado del ’76. Lamentablemente para un sector de la Argentina que nunca dice la palabra dictadura, para muchos de ellos no fue una dictadura sino que fue otro gobierno, el gobierno de los militares, decían. Reivindicamos fuertemente nuestra política de derechos humanos, es un orgullo y es una política que se tiene que seguir llevando adelante a lo largo y ancho de la Argentina», aseveró Rossi.