«Llegamos y había fallecido»
La especialista en emergencias contó hace unos días en una entrevista que cuando arribaron al lugar el joven no tenía signos vitales y ya había muerto.
«Llegamos a las 5:09 de la madrugada y lamentablemente el paciente estaba fallecido», detalló la mujer en declaraciones televisivas, y sostuvo que la primera comunicación con el 107 fue 15 minutos después del ataque. «Cuando lo encontramos le estaban haciendo masaje cardíaco, y estaba conectado a un desfibrilador. Pero, lamentablemente, no había ningún signo vital que pudiéramos constatar», agregó.
Consultada sobre las posibilidades de sobrevida del joven tras la brutal golpiza, Giribaldi sostuvo que «es muy difícil hacer una suposición basada en la realidad» porque la víctima «recibió varios golpes que le produjeron lesiones muy severas en el cerebro, cerebelo y otros órganos». En este sentido, aclaró que en las condiciones en las que Fernando fue encontrado, «difícilmente podría haber sido reanimado».
La médica, distinguió, además, entre los casos que se realiza una reanimación producto de un infarto, por sobre las situaciones más complejas que implican politraumatismos, que pueden derivar en «lesiones neurológicas y hemorragias masivas». «Mientras que uno se encarga del paciente hay que señalar a otra persona del público y decirle: ‘Ud. llame al 107. Y hay que decir el número porque lamentablemente la sociedad no sabe a quién llamar», afirmó.
Giribaldi se refirió a lo que sucedió esa noche como un «desastre terrible que terminó con la vida de un chico más», y por último reveló que tras el hecho habló con los suegros de Fernando, unos de los primeros en informarse de la situación.