Un tribunal colombiano rechazó la libertad del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso

Un tribunal de Justicia y Paz de Barranquilla denegó este miércoles la libertad al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, quien llegó deportado a Bogotá el 27 de febrero después de cumplir una condena por narcotráfico en Estados Unidos. Mancuso, excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), esperaba ser liberado después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, lo designara «gestor de paz», pero el tribunal consideró que esa orden del gobierno es imprecisa en cuanto a las condiciones de tiempos y lugares en los que cumplirá esa función quien todavía tiene que responder ante la justicia colombiana por miles de crímenes.

«Serios vicios» en la resolución

Al explicar su decisión, el magistrado Carlos Pérez sostuvo: «La sala determina que la resolución presidencial 244 del 14 de agosto de 2023 (con la que se nombró a Mancuso gestor de paz) tiene serios vicios que la hacen incompatible con la Constitución Política». Pérez agregó que esa iniciativa pretende «una excarcelación abierta e ilimitada para un postulado a los beneficios de la ley de Justicia y Paz, a quien sólo en este tribunal se le han atribuido responsabilidades por 34.002 crímenes de lesa humanidad y guerra».

Por eso el tribunal resolvió «inaplicar para el caso presente y bajo excepción de inconstitucionalidad la resolución presidencial 244 del 14 de agosto de 2023» y «denegar, en consecuencia, la libertad extraordinaria» que solicitó Petro para el excomandante de las AUC. Mancuso pagó una condena de 15 años por narcotráfico en EE.UU., y a su regreso a Colombia fue recluido en la cárcel La Picota de Bogotá.

Además quedó a disposición de la jueza de ejecución de sentencias de Justicia y Paz de la capital colombiana, que la semana pasada concedió la libertad al exjefe paramilitar, pero sujeta a la decisión que tomara este miércoles el magistrado de Control de Garantías de Barranquilla, que se la denegó. Mancuso fue investigado en Colombia por más de 75 mil crímenes, por lo que su deportación al país era esperada por sus víctimas.

La respuesta a Uribe

El martes Mancuso publicó una carta en la que rechazó una versión de que había complotado contra el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe. Mancuso, que fue jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) señaló que no es cierto que algunas personas hayan recibido llamadas suyas para conspirar contra Uribe, vinculándolo con los paramilitares, y agregó que eso es algo «completamente alejado de la realidad».

«Quiero ser absolutamente claro: mi retorno al país no guarda ninguna relación con conspiraciones, no tengo ningún interés en usted ni nada en contra suya, Dr. Uribe, o de quienes son o fueron sus aliados y apoyos económicos y políticos», dice la carta de dos páginas divulgada en X. Tras la vuelta de Mancuso al país, Uribe, que fue presidente de 2002 a 2010, dio varias declaraciones para desmarcarse del exjefe paramilitar acusándolo de mentir en su contra.

«Mancuso ha hecho un mérito de acusarme, de mentir, todo lo he enfrentado», expresó Uribe en una de esas declaraciones en las que recuerda que fue él quien lo extraditó a EE.UU. en 2008 junto con otros jefes paramilitares. En su carta Mancuso subrayó que su regreso al país no tiene nada que ver con el expresidente: «Regresé porque soy colombiano y este es mi país. Pagué mi condena en Estados Unidos y renuncié a mi solicitud de protección internacional».

«Sus acusaciones, lejos de reflejar la verdad, continúan faltando a ella, y parecen ser el resultado de una desinformación continua o, peor aún, de una estrategia deliberada» de Uribe para supuestamente influir en «los magistrados con el objetivo de que se niegue mi solicitud de libertad», advirtió el exparamilitar. En noviembre, durante una declaración por videoconferencia ante un tribunal colombiano, Mancuso dijo que Uribe fue cómplice en la masacre de 15 campesinos en la localidad de El Aro en 1997, cuando era gobernador del departamento de Antioquia.

La vida criminal de Mancuso

Entre las víctimas de Mancuso, apodado «El Mono», se encuentran sindicalistas, líderes indígenas, defensores de derechos humanos y alcaldes que se opusieron a las AUC. A lo largo de seis décadas el conflicto armado de Colombia enfrentó a guerrillas, narcotraficantes, paramilitares y agentes estatales, con un balance de más de nueve millones de víctimas, en su mayoría desplazados.

Mancuso dejó las armas en 2006, al igual que el grueso de los integrantes de las AUC, grupo responsable de la mayoría de los homicidios cometidos durante el conflicto armado según la Comisión de la Verdad. Su desmovilización se hizo tras una negociación con el gobierno del entonces presidente Uribe, que lo extraditó en 2008 a Estados Unidos junto a otros 13 jefes paramilitares porque seguían dedicados al narcotráfico.

En ese país Mancuso fue condenado en 2015 a 15 años y 10 meses de prisión por narcotráfico. Sin embargo en marzo de 2020 el juez estadounidense que lo sentenció dio por cumplida la pena al convalidarle como parte de la condena los dos años que estuvo encarcelado en Colombia así como los que pasó en prisión en Estados Unidos a la espera de juicio. Como parte del acuerdo de las AUC con el gobierno, los paramilitares se acogieron a la Ley de Justicia y Paz, que contemplaba penas máximas de ocho años de cárcel a cambio de colaboración para esclarecer crímenes.

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