En el marco de la creciente preocupación por la presencia de la encefalomielitis equina, se insta a la comunidad a adoptar medidas de bioseguridad tanto para personas como para animales, especialmente equinos. La transmisión de esta enfermedad, que afecta al sistema nervioso central, es llevada a cabo por mosquitos y puede tener consecuencias graves.
Para la protección de las personas, se recomienda:
Uso de Repelentes: Aplicar repelentes de insectos para evitar la picadura de mosquitos, principales vectores de la enfermedad.
Aplicación de telas mosquiteras: Utilizar telas mosquiteras en ventanas y camas para prevenir la exposición a los mosquitos, especialmente durante las horas de mayor actividad.
Eliminación de reservorios de agua: Reducir la presencia de reservorios de agua estancada, ya que son lugares propicios para la reproducción de mosquitos.
Para la protección de los animales, en especial equinos, se deben seguir las siguientes pautas:
Revisación periódica por un veterinario: Realizar revisiones regulares de los animales a cargo de un profesional veterinario para detectar posibles síntomas tempranos.
Restricción de movimiento y circulación: Evitar el desplazamiento innecesario de los equinos para prevenir la exposición a áreas de riesgo.
Medidas de higiene y desinfección: Mantener un entorno limpio y desinfectado, reduciendo así la posibilidad de contagio.
Uso de repelentes para animales: Aplicar repelentes específicos para animales, proporcionando una capa adicional de protección.
Aplicación de vacuna correspondiente: Asegurarse de que los equinos reciban la vacuna recomendada para prevenir la enfermedad.
Ante la aparición de los siguientes síntomas, tales como fiebre, dolor súbito de cabeza, decaimiento, escalofríos, malestar general, es importante recurrir de inmediato a una consulta médica.