La fuerza liderada por el diputado ultraderechista Javier Milei, que obtuvo la mayoría de votos en las PASO del pasado 13 de agosto, presentó ante la Justicia Electoral su plataforma, un documento de 13 carillas con sus principales propuestas en las que no se halla ninguna referencia al ámbito de derechos humanos ni qué se busca hacer con las políticas que se vienen desarrollando en esta materia.
Como quedó plasmado en el primer párrafo de esa plataforma, presentada ante la jueza María Servini, la visión libertaria se funda en «el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo basado en el principio de no agresión y en la defensa del derecho a la vida, la libertad y la propiedad privada».
¿Cuáles son las instituciones fundamentales que sostienen esta concepción?. «Los mercados libres de intervención del Estado, la libre competencia, la división del trabajo y la cooperación social», se sostuvo en el programa.
Consultado sobre qué haría con los militares condenados por crímenes de lesa humanidad en caso de llegar a la presidencia, si bien sostuvo que «no los indultaría», ya que «si cometieron esos delitos tienen que cumplir la pena«, Milei se refirió a la víctimas del terrorismo de Estado como «terroristas que estaban haciendo desastres y que no pelearon acorde a las reglas militares sino que pelearon sucio», según consideró en una entrevista brindada a A24.
Milei se refirió a la víctimas del terrorismo de Estado como «terroristas que estaban haciendo desastres y que no pelearon acorde a las reglas militares sino que pelearon sucio»
En esta línea, respaldó la postura de su compañera de fórmula Villarruel, potencial ministra de Seguridad Interior y Defensa en caso de ganar las elecciones, y quien esta semana volvió a expresarse a favor del accionar de las Fuerzas Armadas durante la última dictadura militar y en desmedro del trabajo realizado en las últimas décadas por los organismos de derechos humanos.
En una entrevista televisiva de la última semana, Villarruel se refirió al Museo Sitio de Memoria ESMA, el mayor centro clandestino de detención que funcionó en la ciudad de Buenos Aires y que actualmente se encuentra postulado para integrar la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, como «el museo de la ‘desmemoria’, un lugar donde se cuenta la mitad de la historia».
Victoria Villarruel se refirió al Museo Sitio de Memoria ESMA como «el museo de la ‘desmemoria’
«Creo que hay que hacer algo que sea integrador de todo el pueblo argentino, no de gente que está con subsidios, que sus ONG’s son bancadas, que tienen cargos públicos y que han manejado la historia como si fuera propiedad de ellos», esbozó la diputada de LLA.
Sobre el accionar llevado a cabo en la ESMA, la candidata a vicepresidenta -quien rechaza ser negacionista- volvió a hablar de «abusos» sin reconocer el plan sistemático de persecución, tortura y muerte orquestado desde el Estado en dictadura.
«Si ahí hubo abusos, están siendo juzgados hace cuántos años. Llevan más de 30 años con este tema. ¿Y las víctimas del terrorismo cuándo?», dijo y denunció que en los juicios por delitos de lesa humanidad se vieron «afectadas las garantías constitucionales» de los acusados porque consideró que «la ley penal no se puede aplicar retroactivamente», eludiendo el carácter imprescriptible de esos crímenes.
Asimismo, Villarruel arremetió contra Abuelas y Madres de Plaza de Mayo que -sostuvo- «en ningún momento tuvieron un repudio hacia el terrorismo» y, dando un paso más allá, dijo que en «la tarea de recuperación hay nietos que están sindicados como que han sido recuperados y sin embargo estaban con sus familias».
Rápidamente desde la Secretaría de Derechos Humanos, encabezada por Horacio Pietragalla Corti, «le recordaron» a la candidata de LLA el reconocimiento internacional que tiene Argentina como «ejemplo de juzgamiento y reparación de graves violaciones a los derechos humanos por parte del Estado y por el compromiso de su sociedad civil».
Sin ir más lejos, el pasado 17 de agosto la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, recibió en Países Bajos diferentes reconocimientos por su trayectoria de lucha por los derechos humanos, como la distinción brindada en la Corte Penal Internacional (CPI) con sede en La Haya por su contribución «en la construcción de conciencia social sobre el valor de la justicia penal».
Pietragalla señaló a través de un extenso posteo en redes sociales que durante los 320 debates orales y públicos donde se condenó a casi 1200 represores, «más de 170 acusados han sido absueltos y otros han sido sobreseídos durante la instrucción de las causas, una prueba más del respeto de las garantías constitucionales».
También advirtió que aún son «cientos los nietos y nietas buscados por Abuelas de Plaza de Mayo y por toda la sociedad para devolverles su verdadera identidad luego de pasar años apropiados».
«Hay que alertar a la sociedad de estos discursos negacionistas que sólo quieren buscar la impunidad y el encubrimiento a quienes secuestraron, torturaron, desaparecieron a hombres y mujeres sin importar la edad, a algunos los arrojaron vivos al río desde aviones, a otros los enterraron clandestinamente en fosas comunes», resaltó el funcionario.
Y recordó: «Mantuvieron mujeres embarazadas en centros clandestinos de detención, las hicieron parir en las condiciones más indignas, a algunas les practicaron cesáreas sin anestesia y luego les robaron sus hijos e hijas. ¿Qué persona de bien puede justificar estos terribles crímenes?».
También desde la agrupación HIJOS Capital señalaron que, a poco de cumplirse 40 años de la recuperación democrática, «hay candidatos que pretenden negar la existencia y dimensión del terrorismo de Estado» mientras los organismos siguen «buscando a nuestras hermanas y hermanos víctimas del plan sistemático de robo de bebés».
«La candidata a vicepresidenta negacionista pone en duda los delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA. No fueron ‘abusos’: fueron desapariciones forzadas, secuestros, asesinatos, violaciones sexuales, robo de bebés, torturas y tormentos. Fue genocidio y son 30 Mil», subrayó la organización.
Las declaraciones recientes de Villarruel se condicen con su legado familiar, su larga trayectoria en organizaciones de «memoria completa» y el camino recorrido como referente de extrema derecha que hoy la posiciona como nexo con el partido ultraderechista español Vox.
El pasado de Villarruel
La compañera de fórmula de Milei es hija de Eduardo Villarruel, integrante del Ejército que participó del llamado «Operativo Independencia» llevado a cabo en Tucumán en 1975, y donde se asentó el primer centro clandestino de detención del país, «La Escuelita» de Famaillá, lugar en el que estuvieron secuestradas tres mil personas.
Su tío, Ernesto Villarruel, fue capitán del Regimiento III de La Tablada, quien a pesar de haber sido detenido en 2015 por orden del Juez Daniel Rafecas acusado de delitos perpetrados en el centro clandestino de detención «El Vesubio», no fue juzgado por ser declarado incapaz por cuestiones de salud.
También es nieta por línea materna del contraalmirante Laurio Destéfani, reconocido historiador de la Marina cuyos estudios en España le proporcionarían a la candidata a vicepresidenta de LLA importantes nexos con colectivos de ultraderecha en ese país.
No extraña que Villarruel sea presidenta honoraria de la Fundación Oíd Mortales, cuyo documento fundacional da cuenta de la alianza de agrupaciones que giran en torno de Vox en España e Hispanoamérica; o que presida desde 2006 el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv).
Estas influencias han marcado también su desempeño legislativo en el Congreso, donde tuvo intervenciones de igual tenor, como su discurso del pasado 28 de marzo cuando brindó un «homenaje a quienes en Argentina se les niega el derecho a la memoria cada 24 de marzo», y pidió que se «deje de tergiversar la historia», lo que le valió un fuerte cruce con la diputada y candidata a presidenta por el Frente de Izquierda Unidad (FIT-U), Myriam Bregman.