En sus palabras finales al término del encuentro, vistiendo la camiseta con el número 10 y el nombre de Maradona sobre el dorsal, en una suerte de devolución de gentilezas porque Diego se había despedido luciendo la de «Román» en 2001, no se olvidó de sus comienzos «Le agradezco a José (Pekerman) por todo lo que me enseñó de chico».Y de sus técnicos preferidos, Alfio «Coco» Basile y Carlos Bianchi: «Este señor de gorra y barba me enseñó de fútbol y de la vida, y Carlos fue el culpable que nos acostumbró a ganar siempre».
LOS DOS EQUIPOS, LLENOS DE FIGURAS
Del lado de Boca estuvieron las estrellas de la época dorada del virrey con algunos de los futbolistas de los equipos dirigidos por Miguel Russo y otros amigos de Román que jugaron en el Boca de principios de los 90: Oscar Córdoba; Hugo Ibarra, Jorge Bermúdez, Daniel Diaz y Clemente Rodríguez; Pablo Ledesma, Blas Giunta, Gustavo Barros Schelotto y Juan Román Riquelme; Marcelo Delgado y Antonio Barijho.
Después ingresaron Mauricio Serna, Navarro Montoya, Rodrigo Palacio, Eber Banega, Walter Samuel, Raúl Cascini, Sebastián Battaglia, Mauricio Caranta, Sergio Martinez.
Con la camiseta del campeón del mundo se alinearon: Leo Franco; Lionel Scaloni, Fabricio Coloccini y Diego Placente; Lucho González, Leandro Paredes, Esteban Cambiasso y Pablo Aimar; Lionel Messi, Javier Saviola y Ángel Di María. Y un poco más tarde ingresaron el «Pocho» Ezequiel Lavezzi, Lucho Figueroa, Juan Pablo Sorín.
EL AGRADECIMIENTO DE RIQUELME PARA MESSI
Agradeció Riquelme a Messi especialmente por su presencia y dejó su última frase: «Mi papá me hizo bostero como ustedes y yo me voy a morir bostero. Me levanto todos los días y le pido a Dios seguir la relación con ustedes, porque sin ustedes no podría vivir» dijo el ahora vicepresidente del club de La Ribera.
La Bombonera respondía con «Riquelme es de Boca y de Boca no se va», un cántico que también traía un mensaje político con vistas a las elecciones «xeneizes» de fin de año.
«Tuve la suerte de que el 10 de noviembre de 1996 entré en una película, la más linda que le puede pasar a una persona», cerró. Y hoy esa película tuvo el final «feliz» que Román se merecía.