El Directorio del Banco Central aprobó este jueves que el vigente sistema de prefinanciación de exportaciones con garantía de ventas futuras pueda aplicarse, ahora, al pago de importaciones, de manera de mitigar los efectos de la sequía y construir «un puente» para financiar unos US$ 3.000 millones hasta final de año.
«El sistema que entra en vigencia permite a las empresas que actúan tanto como importadoras y exportadoras financiar la compra de insumos con sus propios proveedores o con líneas de crédito internacional, de bancos extranjeros o locales», detalló el Banco Central en un comunicado.
Si bien explicaron que la habilitación del cupo para importar seguirá funcionando a través de la SIRA aprobada -el instrumento que autoriza las importaciones- como punto de partida, la idea es que las empresas tengan una alternativa para acceder a las divisas necesarias.
«La normativa del Banco Central adopta una herramienta ya existente y la aplica a la financiación de importaciones, logrando distribuir en el tiempo la menor disponibilidad de divisas por efecto de la sequía que afectó a la producción agropecuaria», señaló la entidad que presiden Miguel Ángel Pesce. Y agregó: «Con este nuevo instrumento, se espera que las industrias puedan regularizar las cadenas de producción, garantizando un flujo previsible y constante de insumos, a un costo financiero menor».
Según explicaron fuentes del sector financiero a Télam, lo que existía hasta ahora era una herramienta para financiar exportaciones, a través de una garantía de ventas futuras que, ahora, podrá usarse para validar la importación de insumos u otros bienes de fabricación en el exterior.
La idea es que empresas con flujo internacional -que exporten e importen- puedan conseguir, por ejemplo, un banco del exterior que pague a proveedores y que, el próximo año, cancele ese crédito con el dinero proveniente de los productos o servicios que exporta.