El Ejército israelí mató este jueves a un palestino líder del grupo islamista Yihad Islámica y a uno de sus colaboradores cercanos en la ciudad de Jenín, epicentro de la ola más importante de violencia de estos últimos meses en Cisjordania, informaron autoridades.
El Ministerio de Salud palestino dijo que Mohammed Ayman al Saadi, de 26 años, y Naim Jamal Zubaidi, de 27, «murieron por disparos del Ejército israelí en una operación de madrugada» en Jenín, en el norte de Cisjordania, un territorio bajo ocupación de Israel.
Al Saadi era un líder del brazo armado de la Yihad Islámica en el campo de refugiados palestinos, considerado como un bastión de las facciones armadas palestinas, y Zubaidi uno de sus principales colaboradores, dijeron fuentes locales a la agencia de noticias AFP.
Yihad Islámica ha reivindicado decenas de atentados y ataques contra Israel, que ocupa Cisjordania desde una guerra contra países árabes en 1967.
Los palestinos reclaman Cisjordania para fundar un Estado con capital en Jerusalén este, más la Franja de Gaza, los otros territorios palestinos, separados de Cisjordania por el Estado de Israel.
El Ejército israelí, por su parte, dijo que había matado a dos «líderes importantes» de las facciones palestinas en una operación en el sector de Jenín, durante la cual nueve personas fueron arrestadas.
La semana pasada, combatientes de Jenín secuestraron a un joven israelí agonizante ingresado en un hospital local tras haber resultado herido en un accidente en Cisjordania.
La Autoridad Palestina, el gobierno autónomo del presidente Mahmud Abbas, llevó a cabo intensas negociaciones con los combatientes para que restituyeran los restos del joven. No está claro si fue secuestrado vivo o muerto, según las versiones de la familia o del Ejército.
En el pasado, los grupos armados ya han utilizado el secuestro de israelíes, vivos o muertos, como moneda de cambio para pedir la liberación de prisioneros o la devolución de los restos de compañeros fallecidos.
Desde marzo pasado, el Ejército israelí ha llevado a cabo más de 2.000 incursiones en Cisjordania a raíz de una serie de ataques antiisraelíes que dejaron una veintena de muertos.
Las intervenciones han derivado en enfrentamientos en más de una ocasión y han dejado más de 130 muertos palestinos, según la ONU.