La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) modificó este martes al alza la proyección de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) argentino de 3,6% a 4,4% para el corriente año, al tiempo que advirtió por la desaceleración mundial que se registrará el año próximo por un “masivo e histórico” shock energético.
Tras el 10,4% registrado en 2021, el organismo que agrupa a 38 estados prevé para la Argentina un crecimiento del PBI de 4,4%en 2022 pese a estimar contracciones en el tercer y cuarto trimestre, según su último reporte de Perspectivas Económicas
La cifra coloca a Argentina junto con Colombia (+8,1%) como una de las economías con mayor crecimiento de la región y por encima del promedio mundial, superando a otros países latinoamericanos como Brasil (+2,8%), Perú (+2,6%), México (+2,5%) y Chile (+1,9%).
Para 2023 se estima que el PBI argentino crecerá 0,5%, con una mejoría respecto del 0,4% que estimaba en septiembre, pero 1,4 puntos por detrás de las proyecciones de mediados de año.
El camino de crecimiento se volvería a retomar con mayor fuerza en 2024, año en el que se prevé una expansión del 1,8%
El organismo destacó que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “redujo significativamente la incertidumbre acerca de las políticas macroeconómicas a corto plazo”, aunque indicó que la situación externa del país sigue “frágil”.
La inflación es una problemática apuntada por la OCDE, y la misma «va a pesar sobre el consumo privado tomando tiempo para retrotraerse».
En un capitulo dedicado al país, el reporte prevé un aumento de precios de 92% al cerrar este año con una desaceleración gradual a 81,2% en 2023 y 58,8% en 2024.
Para el organismo, la política de reducción del financiamiento monetaria seguida por el ministro de Economía, Sergio Massa, “reducirá las presiones inflacionarias en el mediano plazo y la brecha entre los tipos de cambio oficial y paralelo, disminuyendo los riesgos de devaluación”.
“Estabilizar la situación macroeconómica y bajar la inflación es crucial para reducir la alta pobreza y las presiones sociales”, subrayó.
Pese a que la OCDE recalcó que los vínculos de intercambio del país con Rusia y Ucrania son mínimos, la guerra también tuvo su impacto a partir de los precios globales de commodities.
“Si bien las exportaciones de alimentos se beneficiaron temporalmente de la suba de precios, los mayores costos de importaciones energéticas empeoraron la balanza comercial, al ser Argentina un importador neto de energía”, indicó el informe.
Del mismo modo, la OCDE afirmó que “los controles al capital y la incertidumbre en las políticas llevarán a una fuerte caída en la inversión en la segunda mitad de 2022, con una recuperación modesta en 2023 y 2024”.
En tanto, las restricciones al uso de divisas “permitirán aumentar las reservas en el corto plazo”, de acuerdo con el informe, pero las mismas se mantendrán en un nivel bajo debido a “los altos requisitos de pagos externos y un régimen de ´crawling peg´ con una moneda sobrevaluada”.
El gasto público, por su parte, caerá tanto este año como en 2023, “de la mano de la eliminación de la asistencia fiscal vinculada con la pandemia y la reducción de subsidios energéticos”, aunque considera que el cumplimiento con las metas del FMI requerirá un mayor recorte.
Al explicar los riesgos para el país, el organismo con sede en Paris señaló que estos se mantendrán elevados en 2023 frente a un contexto de “alta inflación, mayores restricciones a las importaciones, bajas reservas y un margen limitado para políticas fiscales”.
Sin embargo, se espera una gradual alza para la economía desde 2024 de la mano de “la mejora en la situación macroeconómica”, que podría verse favorecido si hay una mayor demanda global de commodities.
Se espera una gradual alza para la economía desde 2024 de la mano de “la mejora en la situación macroeconómica”.
En ese sentido, respecto de la balanza de pagos, prevé un incremento de las exportaciones de 5% para 2022, 2,1% en 2023 y 3,6% en 2024, mientras que las importaciones se expandirán 17% este año para luego caer 1,2% en el entrante y crecer en esa misma magnitud en 2024.
Como recomendación, el reporte pide “mejorar el ambiente de negocios para el sector privado y fortalecer la competencia”, lo cual permitirá aumentar la productividad y las exportaciones.
Del mismo modo, aconsejó continuar con la reducción de subsidios y mejorar el direccionamiento de las transferencias sociales, revisando los regímenes de impuestos y jubilaciones.
Más allá de las particularidades locales, el menor crecimiento para la Argentina previsto para 2023 se sitúa en línea con lo previsto por la OCDE para todo el mundo, frente a una crisis energética que considera como la peor desde los años setenta.
A nivel mundial
El reporte prevé un crecimiento mundial de 3,1% para el cierre de este año, y para 2023, se revisó a la baja el avance de 2,75% a 2,2% aunque se descarta, de momento, una recesión.
Luego, en 2024, la economía mundial remontaría a un 2,7%, rango que, no obstante, seguirá siendo “insatisfactorio” de acuerdo con el organismo multilateral.
“El crecimiento en 2023 dependerá fuertemente de las principales economías emergentes de Asia, que representarán casi tres cuartos de la expansión global, con Estados Unidos y Europa desacelerándose fuertemente”, explicó el informe.
La inflación, el alto costo de la energía, el débil crecimiento del poder de compra real de los hogares y la caída de la confianza, son los principales motivos que atentarán contra el crecimiento.
La inflación, el alto costo de la energía, el débil crecimiento del poder de compra real de los hogares y la caída de la confianza, son los principales motivos que atentarán contra el crecimiento.
A esto se suma el endurecimiento de la política monetaria de los principales bancos centrales, los cuales incrementaron las tasas de interés para bajar la inflación.
Las subas de tasas, son, sin embargo, enfatizadas por la OCDE como una solución para evitar la espiralización de los precios.
Francia (+2,6%), EEUU (+1,8%), Alemania (+1,8%) y Japón (+1,6%), son las potencias que más se vieron impactadas este año por los efectos de la guerra.
Rusia, en tanto, caerá 3,9% este año, 5,6% el próximo y 0,2% en 2024.
Por su parte, India será el país –superando a China– que liderará la tabla en 2023 y 2024, con expansiones previstas del 5,7% y 6,9%, mientras que Estados Unidos se mantendrá prácticamente estancado con crecimientos proyectados del 0,5% y 1%.
En tanto, la OCDE prevé que tanto Alemania (-0,3%) como Reino Unido (-0,4%) entrarán en recesión en 2023.
Respecto de Latinoamérica, el informe señaló que «las principales economías se comportaron mejor de lo esperado en 2022” al beneficiarse de “mejores términos de intercambio”, pero se espera que el rebote “pierda fuerza” en 2023 y 2024.