Los diferentes sectores del Frente de Todos (FdT) coinciden en que la llegada de Sergio Massa al Palacio de Hacienda implicó un «cambio de aire» para la coalición, cuya dirigencia se muestra enfocada en la gestión de las prioridades económicas mientras deja en un segundo plano el debate interno, al tiempo que observa cómo escalan las peleas en Juntos por el Cambio.
El espíritu que reina en el FdT es diferente al de los últimos días de julio, y esa recuperación de la expectativa llevó a más de uno en los pasillos de la Casa Rosada a recordar cuando, casi en soledad, el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá comenzó en 2018 a decir «hay 2019».
Se trató de un eslogan que luego se fue extendiendo hasta convertirse en un lema electoral, pero que en un primer momento debió enfrentar el escepticismo de la mayoría de los dirigentes del PJ que planteaba que la reelección de Mauricio Macri, entonces presidente, era casi un hecho.
«La tregua en las internas y que no se haya roto el Frente nos permite seguir trabajando en las políticas públicas que necesita la gente en lo inmediato», señalan desde el entorno del flamante ministro de Economía
Al igual que en ese tiempo, en las últimas semanas el FdT comenzó a recuperar la confianza en que a pesar de la suba de precios y de los problemas económicos podrá ser competitivo en las presidenciales de 2023 y que, incluso, es posible ganar las elecciones: los nubarrones pesimistas, de ese modo, comenzaron a alejarse de la Casa Rosada.
Con vistas al 2023, los distintos espacios de la coalición diseñaron estrategias complementarias que no confluyen en un candidato presidenciable determinado, pero sí en un punto en común: la prioridad pasa por la gestión, para que las potenciales mejoras en los números de la macroeconomía se transformen lo antes posible en datos verificables por la gente.
De este modo, controlar la inflación y acumular reservas son dos objetivos impostergables.
Este nuevo enfoque tiene su respaldo en la recuperación del diálogo entre los principales referentes del FdT, en particular el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a partir de una serie de acuerdos alcanzados en reuniones privadas a las que también se sumó, en alguna oportunidad, el extitular de la Cámara de Diputados y hoy a cargo del Palacio de Hacienda.
«La tregua en las internas y que no se haya roto el Frente nos permite seguir trabajando en las políticas públicas que necesita la gente en lo inmediato», señalan desde el entorno del flamante ministro, que en la última semana compartió actos con el Presidente, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; y el ministro de Interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro.
«Gestión, gestión y más gestión. Esa es la misión ahora», admiten aquellos renombrados dirigentes tanto del Frente Renovador (FR) como del Partido Justicialista (PJ) que están retrasando sus congresos partidarios para evitar posibles cruces y desenfocarse del objetivo: parar la inflación, fortalecerse ante las amenazas de los sectores que promovieron sigilosamente una corrida, calmar los vaivenes de la economía.
«La tregua en las internas y que no se haya roto el Frente nos permite seguir trabajando en las políticas públicas que necesita la gente en lo inmediato», señalan desde el entorno del flamante ministro de Economía
A tal punto es la obsesión por buscar acuerdos con los sectores productivos y aplicar medidas que surtan un efecto positivo para cambiar el ánimo popular que los congresos partidarios del PJ nacional y del FR, previstos hace meses, fueron retrasados y no tienen fecha prevista para su realización.
Desde las filas del massismo coinciden en la misma frase: «No hay fecha todavía», a pesar de que el encuentro estaba planificado para el mes de junio en Mar del Plata, y que se fue postergando por las diferencias circunstancias que vivió el FdT.
El único que avanzó en una fecha posible para concretar un encuentro interno es el PJ de la provincia de Buenos Aires, que conduce el diputado Máximo Kirchner, ya que se reuniría el próximo sábado 27, aunque desde el entorno del líder del justicialismo bonaerense sostienen que «todavía no hay fecha».
Junto al ministro De Pedro y el titular del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés ‘Cuervo’ Larroque, Máximo Kirchner visitó este viernes el municipio bonaerense de Ensenada, cuyo intendente Mario Secco debe afrontar un juicio oral y público, por lo que esta recorrida fue leída como un respaldo a un férreo dirigente del kirchnerismo.
En ese punto, el FdT cerró filas en respaldo de la Vicepresidenta y su situación judicial en el marco del juicio que investiga el eventual direccionamiento de recursos de la obra vial en la provincia de Santa Cruz de 2003 al 2015.