El viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Gustavo Aguilera, consideró que la decisión del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de quitar los subsidios a las familias cuyos hijos no tengan una asistencia escolar del 85 por ciento tiene «un tinte represivo y punitivo», y consideró que la medida “no ayuda a generar soluciones” ya que termina “castigando a las familias más pobres” de la ciudad de Buenos Aires.
«Si un chico no va a la escuela es un problema, pero si encima se le saca la ayuda a la familia, estamos generando otro problema», dijo el funcionario en declaraciones a Télam, en las que consideró que se trata de una medida que es «más para los diarios y que tiene un tinte represivo y punitivo».
Para el funcionario, los motivos que explican la inasistencia escolar tienen que ver con una «multiplicidad de factores» como «las condiciones de la familia, el nivel socieconómico en el que vive, temas de salud o salud mental».
«Primero hay que hacer un relevamiento, observar cuál es el motivo, y luego acompañar, tomar decisiones, pero no desde una tabla de Excel», dijo Aguilera, para quien «la función del Estado es dar respuestas a las diferentes problemáticas» con «más trabajo territorial» y con un nivel de «sensibilidad acorde a la problemática».
Según detalló esta Rodríguez Larreta, el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires controlará cada dos meses meses la regularidad escolar de los hijos e hijas de las personas que perciben la ayuda social correspondiente al programa Ciudadanía Porteña y, en función de eso, determinará si esas familias continuarán recibiendo el 100% de la ayuda social o si le restan el monto que perciben dentro de ese beneficio en concepto de «adicional por hijo».
Así anunció nuevos requisitos para sostener la continuidad de este programa con el que llegan, según indicó, a 40.000 familias beneficiarias en el distrito, con un universo de 23.686 niños y niñas involucrados.
Tras el anuncio, Aguilera consideró -en declaraciones a radio 10- que «hay que hacer un esfuerzo grande para que los chicos vayan a la escuela pero también para que las familias se capaciten y consigan trabajo».
«Esto no se logra castigando al chico», sostuvo el funcionario, tras lo cual calificó la decisión de «muy polémica».
Por otra parte, el viceministro confió que este lunes por la noche tomaron conocimiento de la noticia y plantearon su «preocupación al Gobierno de la Ciudad».
«Siempre tenemos que tratar de que los chicos sean mejores que los padres y no tomar estas acciones que son punitivas y no generan soluciones», dijo el funcionario nacional.
Asimismo, Aguilera diferenció con lo que ocurre a nivel nacional en el Potenciar Trabajo: «Estamos trabajando para transparentar los planes pero de ninguna manera con acciones represivas de este tipo».
Además, puntualizó que el programa Ciudadanía Porteña -donde están contemplados los subsidios que quitará el jefe de Gobierno- abarca a «41 mil familias que son las más golpeadas por la crisis, indigentes, pobres»,
«Esto no es menor», dijo Aguilera, y solicitó que las acciones del gobierno porteño no sean para «un título de un diario» ni tomadas como si «tratáramos a los pibes como una planilla de Excel».
«Son las familias más rotas, las que más necesitan del Estado y abandonarlas genera un problema en esas familias y en la sociedad», insistió Aguilera y pidió a las autoridades porteñas trabajar con «más sensibilidad, y más compromiso».
«Es un problema que soluciona con más sensibilidad», insistió Aguilera.