18.02.22 El H. Concejo Deliberante de la Capital, iluminó su fachada de color azul, la noche del 18 del actual, en adhesión a la conmemoración del Día Internacional del síndrome de Asperger.
Los niños con síndrome de Asperger son diferentes, pero desde esa diferencia tienen mucho que aportar a nuestra sociedad. El poder respetar y valorar esas diferencias nos va a permitir crecer como sociedad más tolerante y feliz. Se manifiesta desde los primeros años de vida y es entonces cuando debe empezar su manejo.
Dificultad para relacionarse con sus pares, un lenguaje avanzado y pensamientos obsesivos son algunas de las características del síndrome de Asperger o Trastorno del Espectro Autista de alto funcionamiento, condición muchas veces incomprendida. Para dar a conocerla y derribar mitos sobre quienes la padecen, cada 18 de febrero se conmemora el Día Internacional del síndrome de Asperger.
El síndrome de Asperger se manifiesta con:
Dificultad para relacionarse con otros niños: es la característica principal y se da desde la etapa preescolar. Por ejemplo, prefieren jugar solos.
Lenguaje muy avanzado para la edad: usan palabras rebuscadas que los demás niños no entienden. Su lenguaje es muy concreto y literal.
Tendencia a tener pensamientos obsesivos: se fijan por algunos gustos peculiares, por ejemplo, coleccionar dinosaurios o saberse el nombre de cada uno de ellos.
Poca flexibilidad de pensamiento: les cuesta entender que las cosas pueden verse también desde otro punto de vista. Por lo mismo, les cuesta entender las bromas y muchas veces el lenguaje no verbal
Este síndrome se hace evidente cuando empiezan a interactuar con sus pares y se tratan de comunicar, con problemas de vinculación y muchas veces presentan un lenguaje diferente. En general, tiene pobre intención comunicativa, sólo cuentan cosas sin esperar respuesta del interlocutor. A partir de los tres años se hacen más notorias las dificultades del lenguaje y la comunicación.
Habitualmente, a los siete años se hacen más evidentes problemas en el ámbito social y conductual, con riesgo de sufrir bullying por su lenguaje e intereses diferentes.
Técnicas para enfrentar el síndrome de Asperger
Se recomienda ayudara los niños a vinculares con sus pares desde la edad preescolar:
Trabajar la empatía, estimulando a que miren a los ojos a las otras personas, reconozcan expresiones faciales y emociones de ellos mismos y de los otros.
Llevarlos a parques, plazas, al jardín, para fomentar su interacción social.
Trabajar habilidades de juego, por ejemplo, en etapa prescolar, en especial trabajar juego imaginativo y simbólico.
Restringir las pantallas, ya que no favorecen el buen desarrollo de la comunicación y su uso prolongado puede afectar aún más el desempeño lingüístico y social. Se recomienda evitar la exposición a pantallas hasta los dos años de edad.
Trabajar el lenguaje verbal y no verbal, conversando con los niños, mirándolos a los ojos.
El lenguaje es muy importante para un buen desempeño social, escolar y posteriormente laboral.
El desarrollo de la sociabilidad y el lenguaje tiene una etapa crítica en el cerebro, entre los dos y cinco años, tiempo valioso donde el cerebro del niño está mucho más sensible para aprender a sociabilizar, por lo que es cuando obtienen mejores resultados a largo plazo con las terapias.
Si bien no existe una terapia curativa para los trastornos del espectro autista, un tratamiento intensivo y temprano puede hacer una gran diferencia en la vida de muchos niños. Entre las opciones de tratamiento se encuentran las siguientes:
-Terapias familiares: esta enseña a los padres y otros familiares a jugar e interactuar con sus hijos para promover destrezas de interacción social, controlar comportamientos problemáticos y que les enseñen destrezas y formas de comunicación de la vida cotidiana.
-Terapia ocupacional, para aprender actividades de la vida diaria y desarrollo de juego compartido y simbólico. Además, trabajan el movimiento y el equilibrio.
-Fonoaudiología, con énfasis en el trabajo de la intensión comunicativa y el desarrollo de lenguaje no verbal.
-Tratamiento farmacológico: no existen medicamentos que mejoren los signos centrales del trastorno del espectro autista, pero algunos podrían ayudar a controlar algunos de los síntomas.
-Terapias de comportamiento y comunicación: un análisis conductual aplicado puede ayudar a los niños a aprender nuevas habilidades y generalizarlas a varias situaciones, aspecto que puede ser llevado a través de terapia cognitivo conductual impartido por el equipo de psicología infanto-juvenil.
Con el tiempo y dependiendo de su entorno, del apoyo familiar y escolar, pueden desarrollar mejores habilidades lingüísticas y sociales, cumpliendo sus metas y deseos personales. En cambio, cuando han estado bajo mucho estrés familiar, escolar, bullying y malos tratos, pueden desarrollar una enfermedad de salud mental, como depresión y trastorno de ansiedad, siendo la adolescencia una etapa muy vulnerable para sufrir estas enfermedades.